Al igual que los olores son capaces de trasladarnos a distintos momentos de nuestra vida, los sabores quedan grabados en nuestros sentidos y nos hacen disfrutar de la buena comida y rememorarla al cabo de los años.
La fruta es un ingrediente insustituible de la dieta mediterránea que nos proporciona la mayor variedad de sabores, texturas y aromas que podemos degustar.
Hoy en día no sólo nos aporta salud, sino también el bienestar que produce en nosotros el disfrutar de un producto fresco y con un magnífico sabor, lo cual produce sin duda una satisfacción incomparable a los sentidos.
Hasta ahora la fruta proveniente del campo realizaba un largo trayecto desde su origen hasta los hogares, y esa larga cadena de intermediarios obligaba a mantener la fruta en cámaras frigoríficas que anulaban la calidad y el sabor de la fruta.
Para poder satisfacer a un consumidor cada vez más exigente con la calidad, esta cogiendo fuerza un nuevo proceso de comercialización denominado Canal Corto de Comercialización (C.C.C) que pone en contacto cuasi-directo al productor con el consumidor, acortando los canales tradicionales con el consiguiente ahorro de costes y mejora de la calidad de la fruta, que va de origen a destino en el menor tiempo posible conservando toda su frescura, aroma y sabor, en definitiva todas sus propiedades de origen.
De esta forma la fruta llega a sus destinos en un estado inmejorable ya que su manipulación ha sido mínima, su conservación prácticamente nula y al ser fruta fresca madura en casa y por tanto su duración es superior a cualquier fruta comprada en tienda. Por supuesto el sabor no es comparable a cualquier otro, ya que no pasa por cámaras frigoríficas y “sabe” a fruta.
Para quienes estén interesados en probar la diferencia, le animamos a visitar www.comefruta.es donde también encontraran un blog de recetas y artículos sobre belleza, dieta y salud en relación con la fruta.