¿Has oído hablar de los nanochicles? ¿No? ¿Sólo el nombre ya te asusta? No tienes de que preocuparte, el nanochicle no es más que un sueño de niños hecho realidad.
¿Te imaginas meterte un chicle en la boca, y que cada cierto tiempo, éste cambie de sabor? Eso es exactamente lo que se ha conseguido al juntar la nonotecnología, la farmacia y la industria alimentaria.
La nanotecnología sirvió a la biotecnología farmaceútica para crear un sisitema de liberación de medicamentos en el colon. Este sistema consistía en nanoestructuras que contenían el medicamento y lo iban protegiendo a lo largo de todo el sistema digestivo, deshaciendose capa a capa, nanoestructura a nanoestructura, hasta llegar al colon y ahí liberar el medicamento.
La idea ha sido captada por la industria alimentaría para hacer realidad la fantasía de Roal Dhal cuando escribió "Charlie y la fábrica de chocolate" e imaginó un chicle que con el tiempo cambiaba de sabor, y disfrutabas de 3 platos de comida diferente, primero una sopa de tomate, luego un roast beef y una patata al horno y al final una tarta de arándanos con helado.
La realidad no ha llevado a la industria del chicle a hacernos disfrutar de platos como los del libro, pero, si han adoptado la idea para que puedas disfrutar de tus sabores preferidos de chicle en un solo chicle.
Cuando te comas un nanochicle y te lo metas en la boca, con la saliva y la masticación, se irán rompiendo paulatinamente, de la más débil a la más fuerte, las diferentes nanoestructuras, liberando en tu boca diferentes sabores cada vez.
La verdad, que la ciencia, sea física, farmaceútica o agroalimentaria... combinada, puede darnos muchas más beneficios.
¿Ya tenéis ganas de probar un nanochicle? ¿Lo habéis hecho ya?