En mundosabor nos gusta mucho hablar del aceite de oliva, abanderado de nuestra dieta mediterránea.
Sobre él se dicen muchas cosas, algunas ciertas, otras no......
En mundosabor queremos descubriros que verdades y mentiras hay acerca de este alimento tan completo y beneficioso para la salud, por ello ampliamos el listado de mitos y leyendas sobre el aceite de oliva.
Tanto el aceite de oliva como el aceite de girasol, de maíz, de colza, de soja... son aceites, y por tanto su valor nutritivo consta al 99% de grasa, de cualquiera de ellos la misma ración nos "engorda" igual, aportando 9kcal por 1g de grasa. Todos los aceites contienen la misma grasa, independientemente del color y el espesor; que son factores no incidentes en el valor calórico del producto.
Al contrario. De echo, el aceite de oliva se recomienda para prevenir estas enfermedades cardiovasculares y problemas de hipertensión, debido a que además de aumentar el colesterol bueno en sangre, también mejora el funcionamiento de las células que recubren las paredes intestinales, por lo que evita la formación de placas de colesterol malo en las arterias y disminuye el riesgo de trombosis. Anótatelo....
Leyendo todas estas propiedades beneficiosas del aceite de oliva, se puede pensar que cuanto más aceite mejor....., pero no, ningún alimento en exceso es bueno. El aceite de oliva es muy sano, pero muy calórico, todo es grasa, y por tanto, hay que moderar su uso; 100 ml de aceite de oliva aportan 800 calorías: unas 400 calorías en una ensalada bien aliñada.
La graduación o la acidez del aceite (Norma del COI/T.15/NC nº 3/Rev. 4, Noviembre de 2009) indica para el aceite de oliva virgen extra una acidez libre expresada en ácido oleico como máximo de 0,8 gramos por 100 gramos; está relacionada con su composición química, y aunque puede indicar su calidad desde el punto de vista del estado de las aceitunas o del proceso de elaboración/conservación, no indica la calidad sensorial del producto.
La acidez del aceite no supone diferencias organolépticas para el consumidor, no se puede diferenciar sensorialmente la acidez en boca de un aceite.