Si nuestro planeta esta cubierto las tres cuartas partes por agua. Y esas aguas tienen algas...¿por que no empezar a probar los deliciosos platos que pueden cocinarse con ellas? Sushis, arroces, pescados o ensaladas sabrán deliciosos si nos atrevemos con ellas. Potencian sabores y aportan multitud se nutrientes ¿Por qué no probarlas?
El mar nos ofrece unas verduras que poco introducidas están aún en la cocina, y con ellas, no sólo se enriquecen nuestros platos con sabores y texturas de gran valor, también nutricionalmente son un excelente alimento. Mientras que la población asiática, principalmente la china y japonesa, ha mantenido la tradición de incluir las algas en su dieta, España concretamente, a pesar de poseer amplias costas y abundantes jardines de algas marinas, no tiene tradición en el consumo de algas. Las algas son un alimento claramente poco calórico. Los azúcares que contienen son en su mayor parte mucilaginosos, es decir, que tienen la propiedad de inflarse en agua, pero el organismo no los asimila, característica que evita que se eleve el nivel de azúcar en sangre.
Las algas son muy ricas en vitaminas C, E, grupo B y provitamina A. El contenido mineral de algunas llega al 36 % de su peso en seco, lo que las convierte en el alimento con mayor aporte de estas sustancias. Otra fuente de salud la constituyen los denominados oligoelementos o elementos traza, que están suscitando un creciente interés en cuanto a su función clave en todos los procesos metabólicos vitales y también para combatir el envejecimiento precoz. Los oligoelementos son asimismo los principales responsables de las virtudes desintoxicantes de las algas. Las principales propiedades de las verduras del mar se centran en su alta concentración y biodisponibilidad de minerales, en particular el yodo, el zinc, el silicio, el cobalto, el cromo y el manganeso.
Las algas con mayor interés gastronómico son: