Si el mundo de la moda tiene a sus cool hunters, el sector de la gastronomía tiene a sus foodwatchers o cazatendencias culinarios. Descubren por todo el mundo los productos más novedosos, ayudando a definir como será la cocina del futuro. Para ello, hay que estar siempre pendiente de cualquier innovación, ser curioso por naturaleza y tener unos conocimientos mínimos del sector.
Para encontrar las nuevas tendencias culinarias hay que viajar, siempre al tanto de las diferentes ferias de alimentación aunque no centrarse en ellas, ya que la novedad puede estar en un pequeño comercio perdido en la otra parte del mundo.
Su trabajo no solo se centra en encontrar nuevos productos, sino en anticiparse al consumidor y averiguar, en la medida de lo posible, cuales son los productos que van a demandar en el futuro, de forma que sean las empresas las que den respuesta a esa necesidad. Es un trabajo complejo, que requiere mucha dedicación y no siempre se acierta.
Aparte de los profesionales, dentro de cada uno de nosotros existe un cazatendencias en potencia. Ya sea en nuestra vida cotidiana o durante las vacaciones, nos podemos encontrar en cualquier momento con un producto que nos llame la atención, por extraño que nos parezca a primera vista. ¿Quién sabe si va a ser el producto estrella en unos meses?