¿Quién no se ha hecho esta pregunta alguna vez? Pero la verdad es que siempre asociamos ir a ver una buena película acompañados de las tradicionales palomitas y refrescos. ¿Pero os habéis fijado que la comida está de moda? Son muchos los programas que hay actualmente en televisión que abordan el maravilloso mundo de la cocina y la alimentación. Pero esta tendencia no es actual; el cine lleva dando importancia a la comida y a todo lo que la rodea desde hace años, bien en títulos de afamadas películas como en escenas muy conocidas para cualquier espectador sea o no cinéfilo. ¿Quién no se ha enamorado de la elegancia de Audrey Hepburn en la mítica Desayuno con Diamantes o quién no recuerda la escena de la película La dama y el Vagabundo en la que ambos perros comparten un buen plato de espagueti de una manera muy sensual?
Son muchas las películas en las que la temática es la comida y vamos a intentara lo largo de estas semanas hacer un ranking con aquellas que nos parecen más simbólicas, divertidas o simplemente conocidas ¿Empezamos?
Hoy nos vamos a centrar en dos; la primera película que llama nuestro interés es Julie & Julia.
Meryl Streep (Julie) es una mujer que empieza en el apasionante mundo de la cocina y acaba escribiendo un importante libro de cocina francesa adaptada al estilo americano. Cuarenta años más tarde, Amy Adams (Julia), es una periodista frustrada que trabaja como teleoperadora que decide cocinar en un año las 524 recetas que contiene el libro de Julie, y dar su opinión sobre los platos convirtiéndose en una bloguera muy conocida.
La otra película que queremos mencionar en este post es la emocionante y divertida Ratatouille.
Remy es una rata que sueña en convertirse en un gran chef de un importante restaurante francés para lo que contará con la inestimable ayuda de Linguini, un joven pinche de cocina. Juntos se convertirán en los más afamados chefs de París.
Esta película animada es una de mis favoritas no solo por su temática y su música sino porque transmite la pasión por la cocina con el lema de que todos somos capaces de cocinar independientemente de la nuestra condición social o nuestra destreza.