Son muchos los productos existentes en el mercado que presentan esta denominación en el etiquetado pero en realidad inducen a error al consumidor ya que no pueden denominarse de esta forma cuando en su lista de ingredientes aparecen todo tipo de aditivos, conservantes, espesantes, colorantes, etc. Por tanto, hay que tener cuidado con este tipo de mensajes, ya que pretenden embaucar a los consumidores con alegaciones que se pueden considerar falsas, haciéndoles creer que los productos están hechos con más mimo, que son más saludables, más ricos… mensajes que en muchos casos son fáciles de desmontar simplemente leyendo la lista de ingredientes.
El Reglamento Europeo sobre la información que se facilita al consumidor a través del etiquetado, se especifica que dicha información no debe inducir a error sobre las cualidades, las características o la naturaleza del producto alimentario, algo que se extiende tanto a la publicidad como a la presentación de los productos. A su vez en el artículo 6 del Reglamento de etiquetado, presentación y publicidad de los productos industriales destinados a su venta directa a los consumidores y usuarios dice lo siguiente:
Amparándose en esta reglamentación, la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) se dirigió a la AECOSAN (Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición) solicitando que se regulase el uso de estos términos basándose en un análisis realizado en 25 productos que incluían alegaciones de este tipo. La OCU consideró que las declaraciones y afirmaciones eran exageradas, teniendo como propósito confundir y engañar a los consumidores por lo que denunció a 24 marcas alimentarias ante las autoridades de consumo de diferentes Comunidades Autónomas por el uso de este tipo de mensajes que se consideran engañosos, como por ejemplo, “tradicional”, “casero” o “artesano”. Entre los alimentos denunciados se encuentran productos, consumidos por una amplia mayoría de consumidores: salsas, purés, bollería, caldos y alimentos precocinados de diferentes marcas (Madel, Gallina Blanca, Obradoiro, Fuentetaja, Albe, Royal, Bimbo, Casamas, Bo de Debó, Molino Real, Carretilla, Preferida, Frit Ravich, Family Tarts, Helios, Calvé, Solís, Ferrer, Sojasun, The Rustik Bakery, Florette, Aneto, La Piara y Maggi, son las marcas denunciadas).
AECOSAN confirmó que el uso de estos términos no se ajustaba a las prácticas que aparecen en el reglamento sobre información alimentaria facilitada al consumidor, pero parece ser que no tiene competencia en lo que se refiere al control y a las oportunas sanciones, por tanto, la OCU se ha dirigido a las autoridades de consumo de las Comunidades Autónomas para denunciar la situación. La organización de consumidores espera que se impongan las sanciones oportunas por incumplir la normativa sobre el etiquetado. Además pide a la industria que abandone este tipo de prácticas, ya que son declaraciones engañosas que atribuyen cualidades a los productos que en realidad no poseen.
Podéis conocer todos los detalles de la denuncia realizada por la OCU a través de este artículo publicado en su página web.