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7 hábitos que cualquier trabajador en activo debe eliminar de su rutina

Gracias a la colaboración de la comunidad Mundo Sabor con otras asociaciones y entidades, surge este artículo redactado en colaboración con Edith Gómez, editora en Gananci y que nos muestra los 7 hábitos que cualquier trabajador en activo debe eliminar de su rutina. Ahora que volvemos a la rutina, qué mejor manera de empezar a tenerlo en cuenta.

Como personas que somos, generalmente nos encontramos ocupadas todos los días con una rutina muy marcada: una vez que nos levantamos, vamos al trabajo, revisamos correos, contestamos más correos y volvemos a tener la cabeza ocupada en otra cosa. Sí, el trabajo es importante, pero entre tantas cosas por hacer nos olvidamos de algo vital: nuestra salud.

Muchas veces comemos con mucha prisa, algo que no nos aporta nada de nutrición, ¿Por qué? Tenemos cosas más importantes que hacer, así que nos conformamos con darle un bocado a nuestro sándwich mientras tecleamos en nuestro escritorio. Pero, ¿en serio eso es lo mejor que podemos hacer? ¿Podríamos adoptar hábitos alimenticios que nos hagan sentir mucho mejor dentro y fuera de la oficina?

Te aconsejamos que elimines estos hábitos de tu rutina para que todo esto cambie:

  1. Pasar horas sin comer: Estás trabajando en algo importante con tu mente inmersa en ese asunto. Así que cuando llega la hora de comer, ingieres cualquier cosa que se te ponga en frente. Estuviste tan ocupado que cuando te diste cuenta ya llevabas mucho tiempo sin comer, y este es uno de los peores hábitos que puedes tener.
      
    Es importante que tengas por lo menos tres comidas al día e incluyas un par de platos ligeros entre comida. ¿Con qué objetivo? Mantener un nivel adecuado de glucemia en la sangre, y así sentirte con energía. No deberían pasar más de 4 horas entre cada comida. Si no llevas a cabo esta recomendación, podrías sufrir “bajones” importantes de energía. Por si fuera poco, comer pocas veces al día ralentiza nuestro metabolismo y puede llevarnos a padecer sobrepeso.

    ¿Cómo lo puedes hacer? Desayuna temprano y, a mediodía, incluye una comida de hidratos de carbono en tu dieta. Puedes cambiar esas comidas altas en calorías por un sándwich de pan integral con queso fresco, nueces, almendras, arándanos, una fruta o un yogur natural. Otro consejo es que programes tus comidas en horarios fijos.

  2. Comer porciones demasiado grandes: Suele pasar, estamos tan ocupados en algo que nos olvidamos de una comida. De pronto nos acordamos que no hemos comido nada, así que cuando vayamos a comer después lo haremos en porciones demasiado grandes. Esto tiene como resultado que nos llenemos mucho y sólo queramos reposar después (¡qué mejor que dormir la siesta!).

    Los expertos afirman que lo recomendable es ingerir 120 gramos de carne magra (sin grasa), pollo sin piel o pescado, la misma cantidad de cereales integrales, pan integral o carbohidratos complejos y verduras (cuanto más variados sean sus colores, mejor).

  3. Picotear: Es posible que tiendas a dormirte tarde, pero hay un detalle: cuando llega la media noche te entran antojos y lo primero que se te ocurre es ir a sacar unas patatas fritas de la despensa. Esto de por sí es una mala práctica alimenticia, pero ¿imaginas qué efecto puede tener hacerlo todos los días? Además aumentar tu riesgo de sufrir de sobrepeso, este mal hábito te resta energía e incide en tu lucidez mental.

    Si tienes ganas de comer algo dulce, te presento otra opción más saludable: opta por un puño de almendras tostadas con arándanos o una fruta, de preferencia de temporada y que contenga fibra, como mango o papaya.

  4. Comer siempre lo mismo: Muchas de las personas ocupadas afirman que tienen una rutina para todo, sobre todo para las acciones que realizamos cada día sin pensar (‘trivialidades’), lo que les permite liberar atención y dedicarla a ‘cosas más importantes’. Los expertos en el tema afirman que comer variado no es solo un capricho. De esta manera nos aseguramos que estamos obteniendo los nutrientes adecuados.

    Es importante que incluyas los vegetales en tu dieta, procura mezclar verduras verdes, rojas, oscuras y anaranjadas. Asimismo, incluye en tu dieta proteínas de buena calidad, como salmón, atún y sardinas, carnes sin grasa, como pechuga de pollo sin piel y carne de pavo.

  5. Saltarse el desayuno: ‘El desayuno es la comida más importante del día’ – seguramente lo has escuchado muchas veces. Muchas personas con tiempo limitado se saltan el desayuno, y lamentablemente eso no significa un aspecto saludable. Además de aumentar el riesgo de sufrir de sobrepeso, saltarse esta importante comida incrementa las posibilidades de sufrir un ataque cardiaco, sentir cansancio durante el día o padecer gastritis.

  6. Comer pesado: Esto tiene mucha lógica: si consumes porciones muy grandes – o alimentos fritos - lo más probable es que, después de comer, estés que mueres de sueño y solo quieras irte a dormir.

  7. Comer frituras: Los medios de comunicación no se cansan de transmitir ese mensaje: comer alimentos fritos con frecuencia es uno de los peores hábitos alimenticios que podrías desarrollar.

¿Qué es lo correcto? Una dieta variada y equilibrada es la solución para todos estos problemas. ¡Y qué mejor manera de conseguirlo que con los productos de temporada!

 

Redactado por Edith Gómez, editora de Gananci

13:09
18-02-2016

La comida que tiramos

Fuente: Pixabay / Kai Stachowiak | https://pixabay.com/es/users/bykst-86169/

1.325,9 millones de kilos. Es la cifra de alimentos que los españoles tiramos a la basura cada año. 25,5 millones de kilos de comida desperdiciada a la semana. Son los datos presentados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) durante la reunión de la VII Comisión de Seguimiento de la Estrategia “Más alimento, menos desperdicio”.

Se trata de un estudio realizado por el primer Panel de cuantificación del desperdicio alimentario, que indica que la proporción del desperdicio en los hogares españoles es del 4,53% sobre el total de los alimentos comprados. Frutas, verduras y pan fresco son los más desechados (el 48,1% del volumen total de desperdicios). En 8 de cada 10 hogares se tiran alimentos sin procesar a la basura por considerar que no están en buen estado.

Con los productos ya preparados el desperdicio es menor: 3 de cada 10 hogares tiran parte de los platos que preparan a la basura. Y no tanto porque sobren en la mesa, sino que se desechan más directamente del frigorífico. Además, el desperdicio en primavera y verano es un 9,4% mayor que en otoño e invierno.

Para la obtención de estos datos, el Ministerio se ha servido de los 12.000 hogares que ya participan en sus paneles de compras y usos. Entre ellos se han realizado 1.000 encuestas por semestre a través de internet, en relación con el desperdicio de alimentos.

Fuente: Pixabay / Seonae Song | https://pixabay.com/es/users/seonaesong-790593/

El panel de compras permite la recogida diaria por scanner de las compras para el hogar, lo que proporciona información sobre los alimentos que son susceptibles de desecharse. Por su parte, el panel de usos se estructura mediante un diario de consumo semanal (recetas que elaboran cada día), lo que proporciona información sobre los platos que los hogares han elaborados y que podrían haber sido desechadas.

Según indica el MAGRAMA, los datos se actualizarán semestralmente, lo que permitirá conocer cómo evolucionan estos indicadores. Durante la Comisión de seguimiento se presentó también una herramienta de auditoría para la medición del desperdicio de alimentos en comedores escolares y un estudio piloto sobre este fenómeno en los comedores colectivos.

El primer eslabón de la cadena también ha sido analizado en un estudio para el que se han visitado 9.500 parcelas y más de 15.000 hectáreas de los cultivos más representativos de la agricultura española, con el objetivo de estudiar las causas por las que los productos susceptibles de ser aprovechados quedan en el campo y no llegan al consumidor final.

Fuente: Pixabay / Hans Braxmeier | https://pixabay.com/es/users/Hans-2/

Otra de las medidas adoptadas es el protocolo para la realización de un diagnóstico de pérdidas y desperdicio en la industria alimentaria española, complementado con una guía de buenas prácticas para su disminución.

El Ministerio ha anunciado que publicará en su web todos estos estudios. Esperemos que sirvan para ayudarnos a aprovechar mejor los alimentos, en todas las fases de producción, desde el campo hasta la mesa. Y reducir así esos 25,5 millones de kilos de comida desperdiciada cada semana.

Una máquina que imprime comida

Suena increíble, pero ya han inventado una máquina que imprime comida. Y no es que haga un dibujo o plasme una foto extremadamente realista; imprime productos que se pueden comer de verdad. La maquinita en cuestión se llama “Foodini” y es una impresora 3D para productos comestibles.

El invento es de una empresa española con sede en Barcelona, Natural Machines, que ha llevado el concepto de la impresión 3D al campo de la alimentación. Los fundadores de la compañía son Àlex Moreu, Rosa Avellaneda, Lynette Kucsma y Emilio Sepúlveda.

“Foodini” ha sido presentada en la conferencia tecnológica Web Summit, celebrada en Dublín, como la única de su tipo capaz de imprimir una amplia gama de alimentos frescos y nutritivos, tanto dulces como salados. “En esencia –afirman sus diseñadores- es como una mini fábrica de comida reducida al tamaño de un horno”.

El dispositivo emplea ingredientes frescos para modelar alimentos tan variados como hamburguesas, panes, chocolate o pasta. Puede cargarse con un máximo de cinco cápsulas abiertas, en las que el usuario coloca los ingredientes, preparados en una especie de pure.

Como cualquier otra impresora en tres dimensiones, va imprimiendo finas capas de cada ingrediente, pero en este caso en vez de plástico utiliza alimentos. "Es la misma tecnología - afirma Lynette Kucsma - pero en el caso de los plásticos hay un solo punto de fusión, mientras que con la comida existen diferentes temperaturas, texturas y consistencias”. Así, se puede dar al producto la forma que se desee. En palabras de otro de sus creadores, Emilio Sepúlveda, “puede crear todo lo que puedas imaginar".

La innovadora impresora tiene conectividad a Internet y dispone de una pantalla táctil desde la que se pueden elegir recetas o diseñar un plato original. Se trata de un electrodoméstico de alta gama, con un cuidado diseño, cuyo precio ronda los 1.000 euros.

Tras año y medio de trabajar en el diseño de esta tecnología, desarrollada íntegramente en España, a principios de año optaron por realizar la fabricación final en China. El modelo ahora presentado está destinado a cocineros profesionales, aunque también prevén una versión doméstica.

Según Natural Machines , “Foodini” es ideal para realizar la parte más difícil y que consume más tiempo en la preparación de platos, esas tareas que a menudo disuaden a la gente de cocinar su propia comida casera. Aseguran, además, que promueve una alimentación saludable al exigir la preparación de alimentos frescos antes de imprimir.

La empresa, sin embargo, trabaja ya en la creación de cápsulas de alimentos pre-empaquetados específicos para su máquina, aunque garantizan que no llevarán conservantes y tendrán una vida útil máxima de cinco días.

Por ahora “Foodini” sólo imprime la comida, que tiene que ser después cocinada para su consumo, pero anuncian un futuro modelo que también cocinará y sacará platos listos para comer. Podrá hacerse, además, eligiendo las recetas a través de Internet y controlando el proceso a distancia, incluso desde un Smartphone.

La idea de consumir alimentos impresos puede provocar recelos pero, como indica Kucsma, también hubo desconfianza con otros inventos, como el microondas. Al principio mucha gente temía que los alimentos estuviesen contaminados por la radiación, pero ahora falta en pocos hogares. “Esto es comida de verdad, con ingredientes frescos, sólo que se prepara usando una nueva tecnología".

* Fuente de la imágenes: Natural Machines -> http://www.naturalmachines.com/press-kit/

¿COMER ES UN ARTE O EL ARTE ESTÁ EN LA COMIDA?

Desde los orígenes de la humanidad, el producto gastronómico ha estado unido a las manifestaciones de arte, bien como instrumento o bien como modelo, así tenemos las primeras manifestaciones pictóricas de los alimentos que nos comemos en las imágenes de caza de las pinturas prehistóricas, los primitivos instrumentos de música están fabricados con huesos y tripas, los cabellos se adornaban con tocados de plumas y nuestros vestidos se realizaban con pieles, todo de animales que previamente habían formado parte de nuestra dieta habitual.

Para fabricar pinturas, era habitual añadir miel, azúcar o huevo y los chinos usaron el papel de arroz como soporte para sus bellísimas pinturas.

De “bodegones” y “naturaleza muerta” están llenas las pinacotecas de todo el mundo, en alguna época, hasta en los salones de los hogares más humildes. Y hablando de humildad ¿qué niña no se ha hecho collares con macarrones o estrellitas? ¿Y “collages” con arroz, sémola y otros alimentos?

Adornar los platos cocinados es casi tan antiguo como el hombre, ya en la época de los romanos se exaltaba el lujo y el exceso en los banquetes, lo contrario que actualmente, con el nacimiento de la “nueva cocina” surge la comunicación entre cocinero y comensal, ejercido mediante el arte del emplatado, donde se combina con elegancia y sencillez una amplia paleta de colores, gustos y texturas.

Así pues, existen muchos casos de maridaje gastronomía-arte. Pero es en el siglo XX, con el nacimiento del arte contemporáneo, que en su afán de experimentación e innovación ha ido más allá, de forma que actualmente estamos asistiendo ha una explosión de artistas que se expresan mediante la manipulación de alimentos. Desde aquí te proponemos algunos autores innovadores en algunas disciplinas artísticas:

Empecemos con la fotografía y hablemos del fotógrafo Aude Debaud que combina fotos de personas u objetos con alimentos, consiguiendo unos efectos asombrosos que no dejan indiferente a nadie.

No podemos dejar de mirar las ilustraciones de la estilista Anna Keville Joyce, que nos hace soñar con parajes exóticos y animales de ensueño:

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Si nos movemos entre pintores, mucho más transgresor es Zeren Badar, que se atreve con la pintura clásica, ¿qué os parece?

Lo cierto es que los alimentos se han llegado a ver incluso en el mundo de la moda en los que personajes y modelos pasan a un segundo plano como consecuencia de los diseños creados por los mejores diseñadores ¿qué os parece el proyecto Hunger Pains, del fotógrafo Ted Sabarese, con diseñadores como Ami Goodhert ?

¿Y quién no se quedo atónito cuando Frank Fernández diseño el vestido de carne que lució Lady Gagá en 2010? Desde luego no pasó desapercibida frente a las cámaras.

Estas tendencias han llegado incluso a la moda nupcial. ¿Qué me decis del vestido de novia de Lukka Sigurdardottir?

¿Y de la colección Wearable Foods de la artista coreana Sung Yeonju? Ella también se atrevió a utilizar alimentos reales en su colección y el resultado es super original.

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Pero si seguimos buscando relaciones arte-gastronomía encontramos los Grafitis realizados con azúcar por Shelley Miller, o el formato “collage” del precursor Daniel Spoerri y sus “cuadros trampa”.

Y qué decir de las instalaciones artísticas de Jennifer Rubell, con algodón dulce o de chocolate de Anya Gallaccio

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Creo que esto es lo más parecido a la “Casita de Chocolate” de los cuentos de Grimm, no se si empezar a comer por una esquina o salir huyendo por si está la bruja escondida.

La mayor parte de estas obras están realizadas para provocar al público, ver como interacciona el espectador ante la obra que ya de por sí es algo cambiante y la verdad, bajo mi punto de vista lo consiguen.

¿OS APETECE VOLVER AL CINE?

Seguimos sumergiéndonos en el maravilloso mundo del cine para indagar en aquellas películas que de una u otra forma hacen referencia a la gastronomía.

Hoy vamos a empezar con el film "18 COMIDAS" del director Jorge Coira, una película que bajo mi punto de vista, sorprende por su formato poco convencional en el que existe un guión establecido pero posee diálogos abiertos a la improvisación. La película cuenta seis historias a lo largo de un único día de ficción en el que los protagonistas, con Luis Tosar a la cabeza, viajan a través de desayunos, almuerzos y cenas haciéndonos participes de momentos que pueden cambiar sus vidas. 

Un músico callejero se reencuentra el amor de su vida; dos borrachos desayunan cubatas con marisco; un hombre cocina, cocina y cocina para la mujer que nunca llega; dos hombres se quieren, pero se esconden; una cocinera sueña con ser cantante; una joven quiere, lo que un hombre no dá, mientras un camarero se muere por ella; un macedonio está perdido por desamor en Santiago de Compostela; una pareja de ancianos que ya se lo ha dicho todo desayuna, come y cena en silencio. Todas estas historias se cruzan a lo largo de un día de ficción en 18 comidas, una película de emociones servidas en torno a una mesa, un viaje por los sentimientos en la más universal de todas las luchas: la de ser feliz.

Y cruzamos los Pirineos para descubrir una, "COMME UN CHEF", conocida en nuestro país con el título "EL CHEF, LA RECETA DE LA FELICIDAD".
La historia nos relata las aventuras de Alexandre Vauclair, un chef estrella que debe adaptarse a la nueva cocina y para ello tiene que buscarse un nuevo ayudante que le llene de inspiración y lo encuentra en Jacky, un aficionado a la alta cocina, autodidacta, obstinado y con mucho, mucho talento, que sobrevive intentando hacerse un hueco entre fogones sin mucho éxito.

Y para terminar, no nos podemos olvidar de los peques que ya han comenzado sus vacaciones. Que mejor manera de pasar un buen rato que viendo una película de animación divertidísima: "LLUVIA DE ALBÓNDIGAS" en la que su protagonista, Flint, es un inventor cuyo mayor sueño es poder crear algún aparato que mejore la vida de los demás. Finalmente, tras muchos intentos fallidos, Flint lleva a cabo un invento que puede revolucionar el mundo: una máquina que hace que caiga comida del cielo. Pero ¿sabíais que "Lluvia de albóndigas", de Sony Pictures Animation, cobró vida en 1978 con el libro para niños escrito por Judi Barrett e ilustrado por Ron Barrett, que ahora cuenta con más de un millón de copias impresas? Con su encanto, su estilo visual ingenioso, su sentido del humor del absurdo y su fantástica premisa -¡una ciudad donde la comida cae del cielo!- era de prever que el libro fuera adaptado a una película de animación y la verdad que con un resultado y un criterio muy acertado, tanto que ya hay segunda parte.

 

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