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Gracias a la colaboración de la comunidad Mundo Sabor con otras asociaciones y entidades, surge este artículo redactado en colaboración con Edith Gómez, editora en Gananci y que nos muestra los 7 hábitos que cualquier trabajador en activo debe eliminar de su rutina. Ahora que volvemos a la rutina, qué mejor manera de empezar a tenerlo en cuenta.
Como personas que somos, generalmente nos encontramos ocupadas todos los días con una rutina muy marcada: una vez que nos levantamos, vamos al trabajo, revisamos correos, contestamos más correos y volvemos a tener la cabeza ocupada en otra cosa. Sí, el trabajo es importante, pero entre tantas cosas por hacer nos olvidamos de algo vital: nuestra salud.
Muchas veces comemos con mucha prisa, algo que no nos aporta nada de nutrición, ¿Por qué? Tenemos cosas más importantes que hacer, así que nos conformamos con darle un bocado a nuestro sándwich mientras tecleamos en nuestro escritorio. Pero, ¿en serio eso es lo mejor que podemos hacer? ¿Podríamos adoptar hábitos alimenticios que nos hagan sentir mucho mejor dentro y fuera de la oficina?
Te aconsejamos que elimines estos hábitos de tu rutina para que todo esto cambie:
¿Qué es lo correcto? Una dieta variada y equilibrada es la solución para todos estos problemas. ¡Y qué mejor manera de conseguirlo que con los productos de temporada!
Redactado por Edith Gómez, editora de Gananci
Siguiendo con el tema sobre los falsos mitos en la alimentación, publicado en un artículo anterior en este blog, explicaremos que hay de verdad y mentira en varias creencias relacionadas con el mundo de la alimentación.
El principal problema de la comida basura es realizar un consumo reiterado y elegir menús muy calóricos y poco variados. Actualmente, la carta de estos establecimientos suele presentar otras opciones más saludables, como por ejemplo, con diferentes variedades de ensaladas. Eso sí, no hay que abusar de las salsas y aliños y controlar el consumo de refrescos azucarados, así como limitar el tamaño de los menús.
Según la legislación actual, cualquier alimento que presente un contenido en azúcar un 30 % menor al alimento original se puede considerar que es “light”. Este hecho, unido al desconocimiento por parte del consumidor y a la publicidad desmedida y en ocasiones poco veraz por parte de las empresas, puede llevar a la creencia que un alimento light no engorda en absoluto.
De hecho, un alimento poco calórico, según la normativa actual, será aquel etiquetado como “bajo valor energético”, y no debe presentar más de 40 kcal/100 g.
Está demostrado científicamente que el sobrepeso durante el embarazo repercute negativamente tanto a la madre como al feto. Es cierto que durante la gestación, la madre debe ingerir un extra de calorías, en torno a las 350 kcal a partir del cuarto mes de embarazo, pero dicha cantidad queda lejos de duplicar la ingesta.
Es una creencia totalmente falsa y absurda de toda lógica, ya que el agua tiene 0 calorías. Lo único que favorece es la bajada de los alimentos ingeridos hacia el tracto digestivo, y por tanto, puede inducir a comer más. También es cierto, que si se toma uno o dos vasos de agua antes de la comida, puede producir una sensación precoz de saciedad, por lo que tenemos menos necesidad de comer.
Existen muchas variedades de frutas, con unos contenidos en calorías muy diversos, por lo que podemos encontrar desde el plátano, con 85 kcal/100 g hasta la sandía, con menos de 25 kcal/100 g. Además, pese a que pueden tener cierto poder calórico, son alimentos muy equilibrados, que aportan gran cantidad de nutrientes necesarios para nuestro organismo.
También es importante el momento de la ingesta. La fruta no engorda menos por tomarla antes de comer, sino que reduce la necesidad de comer más cantidad de los platos principales ya que produce cierta saciedad. Además, al tomar la fruta con el estómago vacío, facilitamos la absorción de los nutrientes que contiene.
En ambos casos, el contenido en calorías es idéntico, ya que ambos provienen del mismo cereal (trigo, centeno, etc., según el tipo) y la única diferencia es que el pan integral conserva parte del salvado o cáscara del grano, mientras que el pan normal este salvado se ha eliminado. Sin embargo, el pan integral, al contener un extra de fibra, produce una sensación de saciedad más temprana, por lo que comemos menos cantidad.
Cuando evitamos realizar alguna de las comidas a las que tenemos acostumbrado a nuestro organismo, obligamos a éste a activar una serie de acciones metabólicas cuyo fin es obtener los nutrientes necesarios, fundamentalmente a partir de nuestras reservas.
Es conocido que cuando una persona deja de fumar, tiene tendencia a engordar. Esto está relacionado con el abandono del consumo de nicotina, ya que para su eliminación el organismo consume entre 100 y 300 kcal al día. Además, el tabaco tiene un cierto efecto saciante, por lo que comemos menos.
Pese a todas estas “ventajas”, la adicción al tabaco no es una forma de adelgazar muy recomendada por los médicos…
El problema de picar entre horas no reside en el hecho de hacerlo, sino en el hecho de que solemos comer en exceso y generalmente, de manera poco saludable. Según los expertos, el total de la ingesta se debe dividir en un 25 % en el desayuno, un 35 % en la comida y un 25 % en la cena, de forma que el 15 % restante se debe repartir entre el almuerzo y la merienda, haciendo un total de cinco ingestas repartidas a lo largo de todo el día.
Estos productos cumplen con su función, evitando que el exceso de grasas ingeridas sean depositadas en el organismo, con lo evitamos engordar. Sin embargo, hay que recordar que las grasas, en su justa medida, son necesarias para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, y además, muchos de estos productos realmente no tienen efecto absorbente pudiendo provocar alteraciones metabólicas.
Muchas madres se habrán visto en la situación de tener que decidir sobre la forma de alimentar al bebé...
La práctica del amamantamiento ha ido decayendo en las sociedades modernas, a pesar de la insistencia de los pediatras y las autoridades sanitarias en la importancia de la leche materna.
La integración de la mujer al mundo laboral y la "incomodidad" que pueda resultar dar el pecho, hacen que pocas mujeres amamanten a su hijo durante un tiempo prolongado.
Actualmente, parece que la tendencia se invierte entre las madres jóvenes, en buena parte como consecuencia de la mayor información y la asistencia a cursillos preparatorios al parto.
La OMS y el UNICEF señalan asimismo que la lactancia "es una forma inigualable de facilitar el alimento ideal para el crecimiento y desarrollo correcto de los niños".
Existen diversos estudios sobre las consecuencias positivas que, desde el punto de vista psicológico, tiene la lactancia natural. La leche materna satisface todas y cada una de las necesidades nutricionales del bebé. En consecuencia, se perfila como el alimento perfecto para los primeros 6 meses de vida.
Además, la lactancia natural aporta una serie de beneficios adicionales de los que cabe destacar:
No obstante, cabe destacar que existen métodos industriales, siendo su composición lo más próxima posible a la leche materna, son una muy buena alternativa para las mujeres que tengan imposibilidad de dar el pecho a sus hijos, estas leches se denominan formulas infantiles, dentro de las cuales podemos distinguir:
A parte de estas fórmulas infantiles, podemos encontrar otras variedades adaptadas a los problemas que puedan surgir en la alimentación y/o digestión del bebé. Se denominan "leches funcionales" entre ellas destacamos: leche para combatir el estreñimiento, anti-cólicos, para intolerantes a la lactosa...
Las legumbres no deben faltar en una alimentación equilibrada. Forman parte fundamental de nuestra afamada Dieta Mediterránea y sus propiedades son conocidas desde hace siglos. A pesar de que los expertos en nutrición recomiendan consumir entre dos y cuatro raciones a la semana, la falta de tiempo para cocinarlas y degustarlas es la excusa para que su consumo disminuya en los últimos años privando al organismo de importantes nutrientes esenciales ya que son alimentos ricos en proteínas de alto valor biológico, hidratos de carbono complejos, vitaminas, minerales (calcio, magnesio, hierro) y fibra.
Los garbanzos ocupan un lugar privilegiado entre las legumbres. Su origen recae en el suroeste de Turquía, de ahí pasaron a la cuenca Mediterránea y a Europa, luego a Africa, América y Australia. Se sabe, que se cultivan desde la prehistoria y que se consumían en el antiguo Egipto, Grecia y Roma. Pero en los últimos años, su consumo se ha visto favorecido gracias a una nueva manera de degustarlos importada de la cocina árabe pero que ya se ha hecho un hueco en las cocinas de todo el mundo: el Hummus.
El Hummus es un paté de elaboración muy sencilla preparado a base de de garbanzos, zumo de limón, tahini o pasta de sésamo y aceite de oliva, pudiendo aderezarse con ajos o pimentón. Es ideal para comer con pan de pita, pan tostado o vegetales crudos o incluso para elaborar sabrosos bocadillos. Es un plato con un contenido nutricional muy completo, rico en fibra, vitaminas y minerales lo que hace que además de ser un plato delicioso, sea un plato saludable.
¿Te atreves a probarlo?
CHOCOLATE "UN MANJAR DE DIOSES": UN ALIMENTO COMPLETO
Cuenta la leyenda que Hernán Cortés, cuando llegó a tierras mexicanas, fue recibido por Moctezuma, noveno emperador azteca (1503-1520) que le dio la bienvenida con una ofrenda de un chocolate espumoso, servido en vasos de oro puro, porque, al parecer, le habían confundido con el dios Quetzalcóatl.
Esta divinidad, según la leyenda azteca, fue quien regaló el árbol del cacao a los hombres, después de que su esposa, una valiente princesa, hubiera sacrificado su vida por no revelar a su enemigo el lugar en el que estaba oculto el tesoro de la ciudad; la sangre de la princesa derramada en la tierra la fertilizó, y allí fue donde nació el árbol del cacao.
Leyendas aparte, el chocolate es un alimento siempre presente en nuestras vidas, y es uno de los pocos alimentos con presencia significativa en casi todas las culturas.
¿LO PUEDO INCLUIR EN MI DIETA? ¿ES BENEFICIOSO? ¿NO ENGORDA MUCHO?
Lo debes incluir en tu dieta por varios motivos, escucha.
Es un alimento muy completo, sus componentes principales son grasas (24%) e hidratos de carbono (45%). Uno de los componentes grasos mayoritarios es el ácido esteárico, cuya ingesta no aumenta el nivel de colesterol de la sangre.
Además contiene teobromina, una sustancia que ejerce una acción tónica y diurética en el organismo, además de estimular la circulación sanguínea.
Además, gracias a los niveles de serotonina y anandemida que contiene, dos psicotrópicos presentes naturalmente en el ser humano, produce una sensación de placer al ingerirlo que, a su vez, refuerza el sistema inmunitario.
El chocolate aporta vitaminas A, B, minerales como el calcio, fósforo, hierro, magnesio...además los polifenoles del cacao evitan la oxidación y estimulan las defensas del organismo.
El valor energético del chocolate es alto: aporta entre 450 y 600 calorías/100 gramos, 400 el amargo y 600 el que contiene frutos secos; el aceite de oliva, por ejemplo, aporta 800 calorías/100 gramos.
Se dice que una ingesta diaria de 100g. de chocolate negro, disminuye el riesgo de accidentes vasculares y de hipertensión; de él se dice que agita nuestro ritmo cerebral y cardíaco, más intensamente que el que nos proporciona un beso apasionado..... y dura cuatro veces más.
¿NO ES EL ALIMENTO MÁS PERFECTO?
Tiene un sabor delicioso, se puede usar de mil maneras, solo, acompañado y, además, es bueno para nuestra salud.
Es un alimento casi siempre asociado a buenos recuerdos; ¿quién no recuerda los desayunos de domingo el tazón de chocolate bien caliente y los churros recién hechos o las rebanadas de pan "frito"? ¿esas tardes frías de invierno alrededor de la taza de chocolate? ¿las meriendas, en verano, de pan y la tira de cuadrados de chocolate insertada dentro, que nos permitía corretear e incluyo subirnos a los árboles sin que se nos cayera...y si se nos derretía dentro del pan por el calor, ummmm...?
Por todas estas cosas: Come chocolate y serás más feliz.