El mundo de la cerveza es muy amplio, nos ofrece multitud de variedades. Todas usan diferentes ingredientes y procesos para buscar un sabor diferente.
La cerveza se obtiene por fermentación de trigo y/o malta.
En las cervezas de malta las levaduras son las que aportan diferencias; así las cervezas Ales, las levaduras son denominadas altas porque en el proceso de fermentación (rápido) suben a la superficie junto con la espuma que se crea.
En cambio en las cervezas Lagers, las levaduras se denominan bajas, porque se quedan en la parte de abajo de los tanques, con una fermentación más lenta.
Las cervezas de trigo o cervezas blancas, se obtienen mediante fermentación alta de mezclas de trigo (malteado o no) y malta; se denominan blancas por el aspecto de turbidez que presentan.
Las catas de cerveza se basan en analizar el producto en cada uno de los aspectos: color, aroma, sabor de esta bebida a través del uso de los sentidos de la vista, del olfato y del gusto, para percibir, identificar, y apreciar mediante los órganos de los sentidos, las propiedades organolépticas de cada una, y ser capaces de diferenciarlas.
Nos podemos encontrar diferentes variedades de cerveza: rubias, tostadas, negras, de tipo artesanal, etc. Lo más importante es conocer (si podemos saberlo) los ingredientes, la elaboración etc.
Cataremos las muestras de las de menos alcohol y más claras; a las de más alcohol y más oscuras.
El número de muestras recomendadas para catar de una vez son entre 4 y 6.
La habitación donde realicemos la cata debe estar bien iluminada
Para apreciar bien el color deberemos poner un mantel o servilletas blanco
Entre muestras deberemos comer pan tostado sin sal, manzana y agua mineral sin gas.
La temperatura de las cervezas debe ser la recomendada para cada tipo: entre 4 y 8ºC.
Los vasos deben ser transparentes, sin dibujo, lisos.
Deberemos alejar el vaso a una distancia suficiente para que la cerveza al caer, se bata suavemente con el fondo y se llene de líquido y espuma, hasta el borde del vaso.
Al tirar la cerveza se nos habrá formado espuma; para observar la espuma inclinaremos el vaso, primero a 45º, y poco a poco se va poniendo en posición vertical.
Debemos observar el color de las cervezas poniendo cada vaso sobre el fondo blanco.
Deberemos fijarnos en el brillo: si es mate o brillante
El color: blanco, amarillo, pajizo, ámbar, dorado, rojizo, caramelo, negro, intenso, cobrizo, tostado, ligeramente velado, turbio, o blanquecino.
El grosor y el aspecto de la espuma: cremosa, ligera, densa, muy gruesa...
El color de la espuma: blanco intenso, moteado, rojizo...
Las burbujas (indica el grado de desprendimiento de gas en el vaso y el contenido en gas disuelto) y la persistencia de la espuma.
Tomamos el vaso y lo agitaremos haciendo círculos. Nos llevaremos el vaso a la nariz, respirando profundamente por ella arrastrando todos los aromas de la cerveza.
Los aromas que nos podemos encontrar son:
Deberemos tomar un sorbo e impregnar con él toda la boca; de esta manera habremos impregnando las papilas.
Tomaremos un segundo sorbo, deberemos retenerlo y paladearlo, y finalmente tragarlo.
Los flavores de cada cerveza subirán de la boca a la nariz via retronasal; los que podremos apreciar son:
Se percibe la viscosidad que queda en la boca durante y después del paso de la cerveza.
Una cerveza con mucho cuerpo nos da una sensación muy viscosa, y de poco cuerpo se denomina a las cervezas muy ligeras, cuando la sensación en la boca es similar al agua.
Una vez tragada las percepciones permanecen en la boca; así una cerveza balanceada presenta buena combinación de aromas y sabores que perduran.
Tradicionalmente las cervezas sólo se disfrutaban en verano. Ahora podemos hacerlo durante todo el año, porque la cerveza está de moda. Disfrútalas !!!!!